Aunque le queda poco por demostrar, Loquillo se despachó anoche en el “Paco Gálvez” de Tomelloso con una soberbia actuación que supuso una clase magistral de cómo desarrollar un espectáculo musical de primer nivel. Se vivió un gran ambiente con una notable entrada de un público entregado y fiel con, afortunadamente, una buena representación de las nuevas generaciones que también saltaron y corearon los himnos del músico barcelonés. Los ingredientes de esta noche mágica para los amantes del mejor rock and roll nacional no fueron otros que una poderosa puesta en escena, una banda de altísimo nivel y un puñado de canciones muy bien elegidas de entre el amplio repertorio de todas las etapas de Loquillo.
Los temas se sucedían sin descanso hasta una recta final que resultó apoteósica con las canciones más conocidas como La Mataré, Rock Suave, Cádillac Solitario, El Ritmo del Garaje o el Rey del Glam para un público entregado al que Loquillo quiso regalar un gesto para el recuerdo. Los más entregados de las primeras filas tuvieron la oportunidad de ver y oír a su ídolo bajo el escenario en un intercambio de complicidades que muchos no olvidarán. Tras más de 40 años al pie del cañón, los años sí pasan en balde para El Último Clásico que muestra una gran forma sobre el escenario y una puesta en escena que muy pocos tienen el privilegio de conservar.
Esta noche es el turno de Fondo Flamenco y el domingo de Los Secretos, otra banda de culto que vuelve a las noches de feria de Tomelloso.
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