Entrevista a Álvaro Gil

Álvaro Gil se despide del Atlético Tomelloso: “La oferta es atractiva por la oportunidad laboral que me ofrecen”

Álvaro Gil no disputará el tramo final de temporada con el Atlético Tomelloso. El lateral zurdo ha fichado por el Cazalegas, equipo de Talavera de la Reina, que se encuentra segundo en el grupo II y mantiene intactas sus aspiraciones de ascenso. Una gran oportunidad laboral le ha llevado a tomar esta decisión a un futbolista que ha dejado huella, a pesar del poco tiempo que ha estado bajo la disciplina auriverde. El futbolista también se lleva un buen recuerdo del club que ha defendido durante siete meses. Al final de esta entrevista lanza una hipótesis que no dejaría de ser curiosa para él: un duelo de promoción entre su nuevo equipo y el Atlético Tomelloso.

-¿Cómo se ha fraguado este fichaje que a muchos aficionados ha pillado a contrapié?

-Mi agente me comunicó la propuesta que había realizado el Cazalegas e inmediatamente se lo comuniqué al club. Los directivos pusieron sus condiciones, las valoramos y acepté. La oferta es atractiva por la oportunidad laboral que me ofrecen, más que por lo deportivo, ya que ambos equipos son muy parejos. Al final, hemos alcanzado un acuerdo con el pago de una cantidad económica por mi parte al club.

-¿Qué sabe de su nuevo equipo?

-En cuanto a distancia me pilla algo lejos, pero me han acogido muy bien. Voy a estar en una residencia  junto a otros compañeros que también son de fuera y desde que llegué la gente del club se están volcando conmigo.  

-Por tanto, su despedida fue en Manzanares…

-Sí. Jugué en Manzanares como un último favor al equipo y también porque me quería despedir en el terreno de juego y la verdad es que fue emotivo. Lástima que no pudiéramos ganar, pero creo que hicimos un buen partido.

-¿Qué balance realiza de su paso por el Atlético Tomelloso?

-Muy positivo, me voy con muy buen sabor de boca. Directivos, técnicos y compañeros me han tratado como si nos conociéramos de toda la vida. Hemos sido una familia y no tengo que reprochar nada a nadie. Me han tratado muy bien. Y no me olvido de los aficionados que también me han demostrado mucho cariño y apoyo en todo momento

-¿Cree que el equipo puede todavía conseguir algo importante en este tramo final?

-Quedan seis partidos complicados porque son ante los primeros clasificados de la liga y va a ser duro. Pero tengo claro que si el equipo juega como lo hizo el pasado domingo en Manzanares se puede aspirar a muchas cosas.

Nosotros no tenemos la mejor plantilla del grupo y eso nos obliga a ir todos a una, correr mucho y mostrar mucha garra y actitud en todos los partidos. Un equipo como el nuestro si corre y se muestra intenso es muy difícil de batir.

Cuando vayamos a La Solana será difícil, pero no tanto si ellos ya tienen el ascenso matemático. Quizá la clave esté en el partido con Pedroñeras, un equipo que puede acusar mucho la baja de su goleador Mauro.

-Lástima esa dos derrotas en casa ante Herencia y Criptanense ¿no cree?

-Sí es cierto. Eran dos buenas oportunidades porque conocíamos los pinchazos del Pedroñeras. Ante el Herencia regalamos tres goles y ante el Criptanense sabíamos que nos iba a costar como así sucedió. Nos faltó algo de mentalización y lo que antes decía: nosotros tenemos que ser siempre intensos y correr mucho. Si no lo haces, cualquier equipo de esta categoría te pasa por encima.

-Le hemos visto actuar de lateral, pero también más adelantado, ¿dónde se siente más a gusto?

-Ante todo mi puesto es lateral. Ocurre que me gusta tener recorrido y llegar a posiciones de ataque. En los últimos quince o veinte minutos de algunos partidos, el mister ha adelantado mi posición y he tratado de rendir lo mejor posible. Pero soy lateral más que extremo

-Deja un buen recuerdo como futbolista y como persona, que tenga suerte…

-Muchas gracias Ojalá me pueda encontrar en una hipotética promoción jugando contra el Tomelloso dentro de dos meses, sería una buena señal para todos. Pero todo está en el aire y estas seis jornadas van a ser muy difíciles para todos porque los equipos, tanto por arriba como por abajo, se juegan mucho y no resulta fácil ganar.